6/7/09

Un regalo diferente

Desde que nuestra relación empezó a tomar un aire más “formal”, siempre quise sorprender a mi Amo con algo, con un detalle, con cualquier cosilla que pudiera hacer que se acordara de mí en los momentos en los que no podía estar a su lado. Muchas veces había sido un verdadero quebradero de cabeza pensar en algo distinto, en algún detalle que ninguna de sus anteriores sumisas le hubiera dado nunca, o algo que fuera único, un detalle muy, muy personal.

En cada una de nuestras citas Él me obsequiaba con sus sesiones, eran sorprendentes, inéditas, con magia y autentica sorpresa, cada vez que nos veíamos lograba regalarme algo que hacía que mi mente no pensara en otra cosa, y yo siempre iba con las manos vacías, sin saber que darle más que mi entrega y mi ser. Además tenía siempre ese detalle de darme un mechero cada vez, y yo seguía sin saber qué darle.

Ese día me iluminé, hablábamos de nuestras fantasías por el Messenger, y salió el tema de lo mucho que le gustaba exhibirme por la calle, ver las miradas de la gente y despertar más de una envidia. En ese momento supe que regalarle.

Unos días antes de nuestro encuentro fui a la tienda de animales, busqué como una loca para encontrar una correa perfecta, tenía claro que la empuñadura sería de cuero negro, y la cadena no debía ser demasiado larga, ni demasiado gruesa. Después de desmontar media tienda la encontré, era perfecta para conjugarla con la argolla de mi collar. Pero no podía ser una correa convencional, así que cogí una medallita de plata y la hice grabar con mi nombre de perra, ANUBIS, y la coloqué en la base de la empuñadura. Ese sería el regalo perfecto.


Realmente mi Amo se llevo una muy grata sorpresa, le encantó mi regalo, le sorprendió y para Él fue muy significativo. A menudo me saca a pasear, aunque por circunstancias no siempre lleve la correa enganchada en la argolla de mi collar, siempre la lleva en su mano, al igual que en mi cuello luzco su collar aunque sea con la argolla escondida. No siempre es posible mostrar lo que uno siente sin ofender a alguien. Sabemos que nuestra unión va mucho mas allá de los símbolos, aunque a veces un detalle puede reafirmar lo que uno sabe, y al lucirlo con orgullo te hace poseedor de una verdad absoluta, la verdad de saber que Él es mi Amo y que yo le pertenezco.