20/8/09

Pausa


Por razones personales que ahora no vienen al caso, me cogeré unas breves vacaciones en cuanto al blog. Los temas que hoy por hoy me ocupan son de demasiada relevancia como para "perder el tiempo" aqui. Espero que todo se solucione pronto y volver a las andadas.

Un beso y hasta pronto.

anubis{M}

14/8/09

Nuevas sensaciones

Fue un día cualquiera, salimos a dar una vuelta con el coche. Nos metimos por un camino sin asfalto, y paramos dónde el camino terminaba. Al bajar del coche me contó que por aquellos lares había estado bastantes veces con algún amigo suyo, y alguna que otra anécdota del lugar. Fuimos caminando un rato, según Él el paisaje estaba bastante cambiado. Me paré a contemplar el agua del riachuelo, Él se paró al lado de un cañizar. Dijo que esas no servían. Intuí entonces el poruqé de aquella excursión. Seguimos paseando y charlando. Cogió una rama, delgada, flexible, y mientras paseábamos la fue desnudando de hojas, hasta que no quedó ninguna. Me dio un par de azotes con la rama. Dolió. Fue un dolor punzante y duradero. Cuando llegamos al coche aun sentía el calor de las dos líneas rojas que se grabaron en mi culo.

Al llegar a casa me dijo "sabes para que es, verdad?" a lo que asentí, con ganas y con miedo a la vez. Me hizo poner a cuatro patas, y empezó a azotarme, primero fueron golpes suaves, seguidos de alguna que otra caricia, después secos, duros, con habilidad. Sentía la rama marcándome una y otra vez, dejando una linea de calor y dolor latente que me excitaba por momentos. La sensación de aquella rama clavándose en mi cuerpo , marcando las lineas de mi excitación en rojo, dejando un rastro de placer latente en mi carne, y los ojos de mi Amo, que con furia y deseo me castigaba cada vez mas fuerte, como cada vez mayor era la excitación de ambos.

Jamás pensé que los azotes con la "ramita" pudieran ser tan punzantes, con mas dureza que la fusta, un dolor seco que perdura durante mucho rato en la piel, realmente excitante y delicioso en la carne de una persona a la que el dolor le produce un placer indescriptible. Así fue la sesión, brutalmente deliciosa. Gracias mi Amo.

6/8/09

Todo ha acabado (III) Fin


Vivía en la soledad más absoluta, en una lucha constante para sobrevivir en unas arenas movedizas que a cada paso, a cada intento de superación me engullían cada vez más en el desengaño de verme entregada a la nada, a un agujero negro que absorbía mi luz y mis ganas de vivir. De repente apareció una cuerda, más bien una escalera de cuerda que me permitió escapar de las arenas y empezar a caminar hacia adelante, y me prometió el placer más absoluto y el poder más grande por un módico precio: a cambio de mi alma y mi cuerpo. Acepté, mordí la manzana envenenada que me llevo a un mundo de sueños y fantasías hechas realidad, donde cada intento de superación me hace crecer, donde la palabra basta no existe, donde mi entrega se ve recompensada en cada momento con sensaciones que jamás podrán ser descritas con palabras, donde cada gesto y cada mirada tienen el significado más profundo que nunca nadie haya visto nunca, y donde, sobretodo, no dejo de ser yo misma sin miedos, sin pensar que dirán o que pensaran, donde me siento libre, donde me siento volar como un halcón planeando por encima del paisaje dejándome llevar por el viento, mas grande e infinita que el océano. Por un módico precio: mi alma y mi cuerpo.

Nunca hubiese pensado que la amargura pudiese ser tan dulce en mis labios, que a mi paladar la hiel pudiese tener gusto a miel, que mi oscuridad fuera la luz más brillante, capaz de eclipsar al mismo sol. Como el vampiro que ronda la noche más oscura buscando apagar su sed de sangre en un mundo donde la muerte es vida, donde en medio de las sombras es el ser más poderoso de la tierra. Hoy te he venido a buscar para apagar mi sed de amor y de muerte, y me he convertido en un gigante inmenso, me he llenado de fuerza y energía y me he dado a ti, al mismo diablo. Hoy me has tomado por primera vez, la sangre que corre por mis venas se ha vuelto loca dibujando remolinos de nerviosismo en mis entrañas, he cerrado el pacto entregándome toda a la incertidumbre del que seria, del que pasaría, de quien seria después de todo, y ahora ya ha terminado, me he encontrado a mí misma, ahora sé quién soy.

Te he encontrado todopoderoso en mitad del camino y me he acercado a ti con la respiración agitada, los miedos se mezclaban con el deseo de salir de mi pozo. Te he ofrecido mi mano, te he mirado a los ojos y he esperado paciente que me tomaras, y en el momento en el que tus dedos han rozado los míos he sentido que me absorbías el alma, he sentido que los muros que me rodeaban, que me ahogaban, se han convertido en polvo que podía pisar en cada paso del camino, y he cogido fuerte tu mano para sentirme grande a tu lado, y los miedos se han desvanecido, y me he hecho esclava de tu voluntad para sentirme liberada de la prisión que me tenia presa.

Todo ha acabado. No hay nada que hacer. El destino me ha llevado hasta donde ahora estoy, i me he dejado arrastrar sin hacer nada para evitarlo, dejándome llevar sin oponer resistencia, simplemente me he dejado hacer, he dejado que todo esto pasara. Dentro del vacío que siento en este momento me siento llena de recuerdos, llena de sensaciones que nunca hubiese pensado que podía sentir, he vivido un momento mágico indescriptible en el que sentirme pequeña me ha hecho crecer infinitamente. No me pertenezco, te he entregado mi cuerpo y mi alma a cambio de lo que hoy vivo, de lo que mañana será, de lo que mañana seré. Me siento rota en mil pedacitos como un cristal de Bohemia que ha caído al suelo, pero sé que me recogerás y me harás mas fuerte, me fundirás mil veces si es necesario, pero me moldearas perfecta e irrompible. Lo sé. Y en cada momento que me rompa en pedacitos tu me recogerás, me reconstruirás, cuidaras de mi porque soy tuya ahora y siempre, y yo solo podre decirte una palabra, gracias.

5/8/09

Todo ha acabado (II)


El alma me duele, duele más que las rodillas arañadas, que la espalda dolorida, que el frio punzante que me corta la piel, que el labio que aun sangra, que todo el cuerpo que aun es incapaz de responder. El alma me duele. El vacio que me llena por dentro hace que todo lo que me pasa por dentro suene con el eco ensordecedor de una catedral gótica, donde las gárgolas me miran y se ríen de mi, de mi estado lamentable, donde los contrafuertes me señalan con los dedos de piedra, donde la inmensidad de la nave me recuerda una y otra vez lo pequeña e insignificante que soy, donde las cristaleras de colores me recuerdan que ahora soy en blanco y negro, donde el campanario me recuerda desde donde he caído, donde las hileras de bancos me obstruyen el paso hacia la salida, donde las escenas y las estatuas me observan y se mofan de esta pecadora, hasta el Cristo de la cruz encontró un alivio en su tortura, y lo veo con el rostro sereno y lleno de paz, y me echa en cara mi tormento sin decirme nada. El eco de las risas dentro de la catedral me desespera, tengo ganas de huir, quiero irme de aquí y no encuentro la salida, me cruzo una y otra vez con todas estas imágenes que se ríen de mi, que me hacen pequeña, me siento indefensa, tengo miedo, pánico, tengo que salir de aquí, me estoy volviendo loca, y la salida no está por ninguna parte. El infierno jamás había estado tan cerca de una mortal.



El latido de mi corazón se escucha por cada rincón de la habitación, el silencio que hay es más propio de una tumba que de un piso de ciudad, quizás es mi corazón que enmudece el trafico y la gente de la calle, el televisor del vecino o el llanto del bebe del segundo. Solo siento el bombeo de sangre a mis oídos, se repite constantemente, me desespero, si se puede, aun más. Quiero gritar, pero no tengo aliento para hacerlo. Quizás merezca lo que me está pasando. Sé que lo merezco. Yo he querido que así fuera. A lo largo de todo este tiempo he pedido a gritos, en cada decisión, en cada mirada, en cada uno de mis gestos, de mis palabras, que todo esto pasara. No me sirve de nada lamentarme ahora, no me sirve llorar, ni sentirme mal, humillada, usada, inútil como un objeto guardado en el armario del desván. He querido que fuera así.

4/8/09

Todo ha acabado (I)


Todo ha acabado. No hay nada que hacer. El destino me ha llevado hasta donde ahora estoy, i me he dejado arrastrar sin hacer nada para evitarlo, dejándome llevar sin oponer resistencia, simplemente me he dejado hacer, he dejado que todo esto pasara. Me siento vacía. El goteo de pensamientos negativos me invade por dentro, me inunda completamente i me llena las entrañas, pero aun así me siento vacía. No puedo expresar nada, mi mirada se ha fundido como el rímel que resbala por mis mejillas i me dibuja una expresión dramática casi perfecta, que refleja mi alma.

Mi cuerpo no responde, yo no respondo, siento temblores, sudores, frio, calor, no sé qué me pasa i no quiero pensar en todo lo que me ha hecho decaer. Sigo intentando no pensar, no notar el dolor, evadirme en algún pensamiento lejano, me voy a mi infancia, he caído del columpio, por eso me duele todo el cuerpo, i me siento mal porque no he previsto la caída. Lloro desconsoladamente, gimoteando, y no puedo decir nada, mis palabras se ahogan con la desesperación del momento. No me atrevo a abrir los ojos, la luz se me clava, sigo con los ojos cerrados, entreveo un rastro de luz que me quema la mirada y los vuelvo a cerrar, no puedo ver nada, no quiero ver nada. No quiero pensar en el porqué ha pasado así y no de otra manera, simplemente no pienso, bueno, sí que pienso, pero intento alejarme de la realidad, es demasiado cruda y violenta. Sigo en mi columpio, al menos eso intento.

Tengo sed, i el agua está demasiado lejos para cogerla. Tengo los labios rotos, cortados, heridos del último beso que se me ha calvado como una navaja afiladísima y me ha dejado una herida, muy profunda. Ahora está sangrando, dentro de un tiempo será una cicatriz que exhibiré con orgullo, he superado la prueba. Aun siento mi cuerpo dolorido, el columpio me ha jugado una mala pasada, aun me da rabia haberme caído, me he pelado las rodillas, las tengo doloridas de estar a tu lado, y el dolor se torna soportable, hasta placentero.

Las manos aun me tiemblan, casi ni soy capaz de tirar de la sábana para taparme. Estoy desnuda, no me avergüenzo, pero el sudor que cubre mi piel me da escalofríos, los temblores no cesan, me acurruco como un gatito y acerco la espalda a la almohada. La espalda me duele, no soporto que la almohada me la toque, pero el frio puede más que el dolor y no me muevo.

3/8/09

En los proximos días...


En los próximos días voy a publicar un texto que redacté hace unos meses, espero que sea de vuestro agrado. La historia se publicará en tres capítulos. Aprovecho para saludar a todos los lectores de este blog.

Gracias a tod@s.