4/12/09

Mi primera vez

Sábado por la noche, lo más difícil fue intentar aparcar el coche cerca del local. Después de no se cuantas vueltas por los alrededores lo conseguimos, aunque cuando nos dirigíamos a nuestro destino sólo veíamos la cuesta que después nos tocaría subir...

Aun era temprano, así que nos dirigimos a un bar cercano para hacer tiempo. Una caña, una tapita de jamón y una buena conversación hicieron la espera más agradable. La anécdota del momento fue la entrada de una pareja en el bar, ella altísima, pelo largo, ondulado, ojos oscuros, una gran sonrisa gravada en la cara y un collar precioso con una gran argolla en el centro. Él me quedaba de espalda, así que no pude fijarme muy bien en su aspecto, lo que si que divisé fue que vestía de negro y llevaba unos pantalones de cuero, era moreno y de complexión fuerte. La verdad es que no se muy bien porque me entretengo a describir a la pareja, pero bueno, la cuestión es que yo en aquel momento no llevaba el collar puesto, pero creo que nos divisamos ambas parejas a primera vista, ya que las miradas entre ambas sumisas se cruzaron varias veces y nos sonreímos en mas de una ocasión.

Salimos de dicho bar y nos dirigimos al local. Delante de mí había una puerta de madera con un timbre. Mi Amo llamó y pronto una señorita nos abrió la puerta y nos invitó a entrar. Pasada la cortina una barra, una pareja sentada, hablando con la señorita que un momento antes nos había abierto la puerta, y un Señor al que mi Amo se dirigió, y se saludaron. Hechas las presentaciones e intentando guardar la compostura de la buena sumisa en sociedad, mi Amo me invitó a sentarme, y estuvimos un rato hablando con el dueño. Debo reconocer que en un principio me daba un poco de "corte" el hecho de estar en un local BDSM, jamás había pisado uno. Pero cuando ya llevaba cinco minutos allí, mas que sentirme extraña, me sentí como en casa.

Cruzamos unas palabras con la pareja que estaba en la barra. Ella era bastante joven, por lo que escuché tenia poco mas de veinte años. Me pareció un ángel. Aunque me percaté que estaba algo nerviosa, por el tembleque de sus piernas, por la manera de fumar, el gesto de su cara, buscando la aprobación de su Amo cada vez que hacía algún comentario. Su Amo me pareció encantador, un Amo seguro de si mismo, orgulloso y feliz con su sumisa. Los Amos se contaron algunas anécdotas, las sumisas metimos baza, la señorita de la barra un encanto. El echo que el Amo del ángel (lo llamaré así) no contara anécdotas de su sumisa, si no que lo hiciera de otras sumisas anteriores, me hizo pensar que la muchacha era muy nueva en esto. Quizás por eso los nervios. Al cabo de un rato se despidieron de nosotros y se fueron del local. Me quedé con las ganas de decirle que era preciosa, pero no tuve ocasión.

En la pared frente a la barra había fotos, ese día hacían una entrega de premios de fotografía fetich. El látex reinaba en las imágenes, muy sugerentes... Debo confesar que me encantaron, Había una foto que me llamó la atención asi de entrada, muy impactante, más bien diría chocante. En cambio la que ganó es mas para observarla con detenimiento, es deliciosamente emotiva y tremendamente bella. Gran merecedora del premio, aunque lo dicho, no me percaté de todo el contenido hasta que la vi con detenimiento.

Visitamos la mazmorra, confieso que me entró un hormigueo en el estómago cuando me imaginé presa en la cruz de San Andrés, o dentro de la jaula colgante que hay en el piso de arriba. Algún día lo tengo que probar!

El local se fue llenando de gente, en su mayoría usuarios del látex. Lo mas impresionante era que por más extravagantes que pudieran parecer esas personas, con sus máscaras y demás, había un ambiente de total normalidad. Lo dicho, como en casa! Y la encantadora pareja... quizás fueron los que me llamaron mas la atención. Era una pareja mayor, seguramente llevarían media vida juntos, casados por la iglesia, como se hacía en aquellos tiempos. Ella era muy guapa, con su pelo recogido, su gran escote, su vestido de cuero, preciosa! Él con la cabeza afeitada, su sonrisa tatuada, vestía de negro y no escatimaba en atenciones a su Dueña. Me parecieron sublimes, un icono, que bonito! Ah! Por cierto, la pareja del bar también acudió al local.

Aquella fue mi primera vez, la primera vez que estaba en "sociedad", debo decir que para mi fue una experiencia mucho mas grata de lo que imaginaba. Una está acostumbrada a una sociedad repugnantemente crítica con las demás personas, llena de envidias, que no saben más que señalar con el dedo y ponerse a todo el mundo en la boca para soltar culebras. En cambio en aquel ambiente reinaba el respeto y cada cual se preocupaba de lo suyo, nadie opinaba nada sobre los demás, sobre su vestimenta o su forma de actuar o ser. Realmente ver que el respeto que se predica en el BDSM es una realidad por la gente que lo practica, es realmente gratificante.

La velada fue maravillosa: la gente, el lugar, el ambiente, y sobretodo la compañía.

Espero volver pronto por el Rosas 5 (pero la próxima que sea para probar la cruz!) Y no se si el Señor Kurt leerá jamás esta entrada, pero agradecerle de corazón su cordialidad y amabilidad.

anubis{M}

P.S.  Las fotos antes mencionadas:

Título: Alien      Autor: Cronos








Titulo: Espejo     Autor: Wicked enemy