6/8/09

Todo ha acabado (III) Fin


Vivía en la soledad más absoluta, en una lucha constante para sobrevivir en unas arenas movedizas que a cada paso, a cada intento de superación me engullían cada vez más en el desengaño de verme entregada a la nada, a un agujero negro que absorbía mi luz y mis ganas de vivir. De repente apareció una cuerda, más bien una escalera de cuerda que me permitió escapar de las arenas y empezar a caminar hacia adelante, y me prometió el placer más absoluto y el poder más grande por un módico precio: a cambio de mi alma y mi cuerpo. Acepté, mordí la manzana envenenada que me llevo a un mundo de sueños y fantasías hechas realidad, donde cada intento de superación me hace crecer, donde la palabra basta no existe, donde mi entrega se ve recompensada en cada momento con sensaciones que jamás podrán ser descritas con palabras, donde cada gesto y cada mirada tienen el significado más profundo que nunca nadie haya visto nunca, y donde, sobretodo, no dejo de ser yo misma sin miedos, sin pensar que dirán o que pensaran, donde me siento libre, donde me siento volar como un halcón planeando por encima del paisaje dejándome llevar por el viento, mas grande e infinita que el océano. Por un módico precio: mi alma y mi cuerpo.

Nunca hubiese pensado que la amargura pudiese ser tan dulce en mis labios, que a mi paladar la hiel pudiese tener gusto a miel, que mi oscuridad fuera la luz más brillante, capaz de eclipsar al mismo sol. Como el vampiro que ronda la noche más oscura buscando apagar su sed de sangre en un mundo donde la muerte es vida, donde en medio de las sombras es el ser más poderoso de la tierra. Hoy te he venido a buscar para apagar mi sed de amor y de muerte, y me he convertido en un gigante inmenso, me he llenado de fuerza y energía y me he dado a ti, al mismo diablo. Hoy me has tomado por primera vez, la sangre que corre por mis venas se ha vuelto loca dibujando remolinos de nerviosismo en mis entrañas, he cerrado el pacto entregándome toda a la incertidumbre del que seria, del que pasaría, de quien seria después de todo, y ahora ya ha terminado, me he encontrado a mí misma, ahora sé quién soy.

Te he encontrado todopoderoso en mitad del camino y me he acercado a ti con la respiración agitada, los miedos se mezclaban con el deseo de salir de mi pozo. Te he ofrecido mi mano, te he mirado a los ojos y he esperado paciente que me tomaras, y en el momento en el que tus dedos han rozado los míos he sentido que me absorbías el alma, he sentido que los muros que me rodeaban, que me ahogaban, se han convertido en polvo que podía pisar en cada paso del camino, y he cogido fuerte tu mano para sentirme grande a tu lado, y los miedos se han desvanecido, y me he hecho esclava de tu voluntad para sentirme liberada de la prisión que me tenia presa.

Todo ha acabado. No hay nada que hacer. El destino me ha llevado hasta donde ahora estoy, i me he dejado arrastrar sin hacer nada para evitarlo, dejándome llevar sin oponer resistencia, simplemente me he dejado hacer, he dejado que todo esto pasara. Dentro del vacío que siento en este momento me siento llena de recuerdos, llena de sensaciones que nunca hubiese pensado que podía sentir, he vivido un momento mágico indescriptible en el que sentirme pequeña me ha hecho crecer infinitamente. No me pertenezco, te he entregado mi cuerpo y mi alma a cambio de lo que hoy vivo, de lo que mañana será, de lo que mañana seré. Me siento rota en mil pedacitos como un cristal de Bohemia que ha caído al suelo, pero sé que me recogerás y me harás mas fuerte, me fundirás mil veces si es necesario, pero me moldearas perfecta e irrompible. Lo sé. Y en cada momento que me rompa en pedacitos tu me recogerás, me reconstruirás, cuidaras de mi porque soy tuya ahora y siempre, y yo solo podre decirte una palabra, gracias.