1/3/10

yo y mis crisis...

Echo de menos esos dias en los que el gusanillo me mordia el estómago cada vez que la fecha se acercaba. La incertidumbre siempre ha sido una tortura, dulce en mi paladar, amarga para el corazón. Y vivo en ella, en la incertidumbre de no saber cuando sera la proxima vez, en la distancia de un aliento que me da vida, pero que cada vez siento mas lejano debido a las circunstancias. Se dice muchas veces que el tiempo y la distancia todo lo curan, en este caso todo lo hieren. Siento un vacio enorme en mi interior. No quiero sentir porque hacerlo significa dolor, y prefiero quedarme al margen de mis sentimientos, dejando que el frio vaya calando en mi.

Tengo clara mi condicion, tengo claro lo que deseo, tengo claro a quién pertenezco, pero si el destino no me lo permite, vale la pena morir en el intento? Me consumo en mi letargo, mas por el echo de saber que puedo herir, que por el hecho que me esté doliendo a mi. Pero es inevitable que una cuerda demasiado tensa se deshilache, y la cinta americana no es suficiente para unir los cachos que se han roto.

Ahora estoy aqui, frente a esta pantalla, escuchando musica, recordando momentos que un dia me llenaron de felicidad, y las lágrimas inundan mis ojos sin poder remediarlo. Me se fuerte, me se tenaz, pero la lucha parece interminable, y las fuerzas ya no son las mismas. Y tengo miedo, miedo a dejar de sentir para siempre, porque sentir me hace viva y me completa.

No puedo seguir escribiendo, ahora estoy colapsada. Tenía ganas de escribir y lo he intentado. No se si alguien va a poder entender mis palabras, me da la sensacion que ni yo me comprendo, pero aqui lo dejo, por si alguien es capaz de sacarme de mi madeja de lana torturada por un gato salvaje.